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14.1.09

TAREAS EN EL AULA VERSUS TAREAS EN PRUEBAS

A la hora de abordar el diseño, la realización y la evaluación de las tareas por competencias básicas, podemos encontrarnos con dos opciones y dos formas de acomerlas, muy diferentes unas de otras. Por un lado, tendríamos el trabajo de planificar, ejecutar y evaluar las distintas tareas dentro de un marco que podríamos centrarlo en "marco de pruebas". El diseño de las tareas se realizaría a base de confeccionar determinadas pruebas, en soporte papel, compuestas por determinados items, siempre referidos a una situación reflejada mediante un texto, un gráfico o una imagen. La realización de estas tareas por parte del alumnado se efectuaría en el aula, en un momento determinado, con control exhaustivo del tiempo, y mediante la escritura de las respuestas en un espacio destinado a ello. Por consiguiente, y siempre bajo este enfoque de "prueba", la evaluación de la o las tareas se llevaría a cabo mediante la corrección de esa prueba, de ese documento escrito.Por otro lado, tendríamos el enfoque centrado en un "marco de experiencia", que no metodológico (la metodología está referida a una práctica docente, más que a la vivencia del discente exclusivamente). Por lo tanto, el diseño de las tareas se llevaría a cabo mediante la redacción por parte del docente (en muchos casos será realizada por las editoriales) de la propia tarea además de respetar la conocida "matriz de la tarea" (el cuadro que contempla el contexto, las competencias, los contenidos y los recursos). La realización de las tareas por parte del alumnado se llevaría a cabo durante un período de tiempo que podría transcurrir desde una sesión hasta varias (consecutivas o no), es decir, mucho más amplio que el utilizado para el otro enfoque. Finalmente, para la evaluación de las tareas, nos podemos valer de un simple registro en el que reflejemos en qué medida demuestra el alumnado que tiene desarrollada o alcanzada (4º de ESO) ciertas competencias básicas.Todos ya sabemos que este segundo enfoque conlleva un cambio metodológico por parte del profesorado, y esto no se produce de la noche a la mañana. Un cambio mucho mayor que el que supone para el primer enfoque. Estoy seguro que este cambio se producirá, más tarde o más pronto, más grande o menos grande, pero creo que será una realidad. Y es que esto no es una moda, o una ideología, estamos ante un nuevo enfoque con visión de futuro y elaborado por Europa, por los miembros de la OCDE.
En cualquier caso, concluyo que no es lo mismo cuando hablamos del enfoque de las tareas del aula (no quiero decir que todas las actividades de estas tareas se realicen en el propio aula), que cuando hablamos del enfoque de las tareas de las pruebas tipo PISA (éstas sí son realizadas íntegramente en el propio aula). ¿Cuál es el espíritu de la LOE? ¿Qué pide el profesorado? ¿Qué demanda realmente esta nueva sociedad cambiante?
Me consta que el profesorado ya se ha puesto en marcha, se están diseñando numerosas tareas en los diferentes cursos de formación, las cuales se están poniendo en práctica en el quehacer diario de los profesores y alumnos. A buen seguro, muy pronto veremos en el mercado numerosos materiales curriculares que contemplan tareas en competencias básicas.
¿Qué pasará en el próximo mes de junio cuando haya que recoger en los distintos documentos de evaluación (informe personal del alumno) el grado de desarrollo o de adquisición de las competencias básicas. Pues quien haya realizado varias "tareas" durante el curso escolar, tendrá más información recogida para aportarla, desde su materia o área, al cómputo global del equipo docente de ese alumnado.
Y por otro lado, las pruebas de diagnóstico y las pruebas PISA harán su respectiva evaluación por competencias. ¿Estamos hablando de lo mismo?

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